El corte del Provolone Valpadana varía según la forma.
Para servir, de ejemplo, una forma de Provolone Valpadana cilíndrica hay que cortar rodajas de un centímetro de espesor o de un centímetro y medio. Para un resultado mejor, cortar a trozos esta gran “rodaja” apoyada sobre una tabla de madera (posiblemente de olivo). ¿Cuantos trozos? Depende del diámetro, pero con una media de doce.
En caso del Provolone Valpadana «a forma de mandarina», hay que cortar del queso un trozo (se pueden seguir los surcos por donde pasa la cuerda). Una vez apoyado sobre la tabla de madera, cortarlo en muchos triángulos para ofrecer a los invitados como aperitivo.
Si no se sabe elegir entre el Provolone dulce y el picante no preocuparse: servir ambos, rigurosamente acompañados de buen pan y por qué no, de su vino asociado y sorprende a los invitados con consejos de degustación.
Para cortar el queso con toda comodidad, se recomienda utilizar un cuchillo de gran tamaño, pero no aserrado.
Una presentación a la altura del Provolone Valpadana es servirlo sobre un plato de madera, en su mejor forma o sea crudo. Último pero no menos importante: servirlo a temperatura ambiente y no recién sacado del frigorífico.